
Salazones: una técnica milenaria que sigue conquistando paladares
Un arte con miles de años de historia
Los salazones son una de las técnicas de conservación más antiguas que existen. Su origen se remonta a civilizaciones como los fenicios, egipcios y romanos, que descubrieron que la sal no solo preservaba el pescado, sino que potenciaba su sabor.
En Andalucía, y especialmente en la costa atlántica, esta tradición ha perdurado generación tras generación, formando parte de nuestra identidad gastronómica.
¿En qué consiste el proceso de salazón?
El salazón es sencillo en concepto, pero requiere experiencia y cuidado para obtener un producto de calidad.
- Selección del pescado: se eligen piezas frescas y de la mejor calidad.
- Salado: el pescado se cubre con sal marina para extraer la humedad y garantizar su conservación natural.
- Reposo: el tiempo en sal varía según el tipo de pescado y el resultado deseado.
- Lavado y secado: una vez curado, se limpia y se deja secar para desarrollar su sabor característico.
Beneficios y usos culinarios
Además de su sabor intenso y su textura única, los salazones son ricos en proteínas, minerales y ácidos grasos saludables.
Se pueden disfrutar de muchas maneras:
- En tapas y aperitivos.
- Como ingrediente estrella en ensaladas.
- Acompañando platos de pasta o arroz.
La apuesta de Salmedina por la tradición
En Salmedina trabajamos para que cada bocado sea una experiencia. Respetamos la herencia de esta técnica milenaria, pero cuidamos cada detalle para ofrecer un producto seguro, saludable y con el sello de calidad que nos caracteriza.
Si quieres descubrir todo el sabor de nuestros salazones, te invitamos a visitar nuestra web o a encontrarnos en tu punto de venta más cercano.
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