Cuando pensamos en superalimentos, suele haber nombres exóticos en la lista… pero hay uno que tenemos muy cerca, sabroso, saludable y con mucha tradición: la sardina. Y si ya es buena fresca, ahumada se convierte en una auténtica delicia gourmet.

¿Por qué todos hablan de la sardina?

La sardina (Sardina pilchardus) es un pescado azul que vive en nuestras costas y que, pese a su tamaño modesto, está repleto de propiedades nutricionales. Es una opción saludable, sostenible y económica que nunca debería faltar en nuestras mesas.

Propiedades nutricionales

• Ácidos grasos omega-3: Protegen el corazón, el cerebro y reducen la inflamación.
• Proteína completa: Ideal para deportistas, personas mayores y para cualquier dieta equilibrada.
• Rica en calcio y fósforo: Sobre todo si se consume entera, ya que sus espinas son comestibles y aportan muchos minerales.
• Alta en vitamina B12 y D: Imprescindibles para el sistema nervioso y la salud ósea.
• Antioxidantes naturales como el selenio.

El arte del ahumado: sabor y tradición

La sardina ahumada es una forma ancestral de conservación que, además de alargar su vida útil, potencia su sabor de una forma irresistible. El proceso de ahumado en frío o en caliente aporta notas profundas, un toque salino y una textura firme que la convierten en un producto muy valorado en la gastronomía actual.